Las manos y las uñas constituyen uno de los indicadores más fiables de nuestra salud, y juegan un papel muy importante a la hora de evaluar nuestra imagen. Son la tarjeta de presentación a la vista de las personas que están a nuestro alrededor, por lo que su cuidado se convierte en un aspecto fundamental a tener en cuenta.
El cuidado de las uñas se basa en una serie de cuidados esenciales que nos permitirán mantenerlas en buen estado. En primer lugar, y como cuidado principal, una buena higiene por medio de agua, jabón neutro y un cepillo suave. Junto a esto, una manicura semanal, con corte de uñas incluido, siendo la forma oval la más recomendada.
Y es que, aunque consideremos que nuestras uñas no cumplen con los requisitos necesarios para ser una uñas perfectas, existen infinidad de técnicas que nos permitirán amoldar su forma, decorarlas e incluso reconstruir la uña por completo.
Sea como sea, el objetivo común de estas técnicas no es más que el cuidado de las uñas, consiguiendo siempre un resultado natural que se amolde perfectamente a la uña y resulte estético y embellecedor para nuestras manos.
Para que puedas lucir siempre unas manos perfectas y trabajes en el cuidado de las uñas, a continuación os ofrecemos una serie de aspectos a tener en cuenta que te serán de ayuda.
¡Cuida tus uñas!
Cuidado del crecimiento y la forma de las uñas
El crecimiento y la forma de la uña son dos de los aspectos más importantes en el cuidado de las uñas.
Crecimiento
El crecimiento de las uñas tiene lugar de forma continua y uniforme. Es decir, se trata de un crecimiento diario, aproximadamente de 0.1mm al día, y puede verse alterado por diversos elementos:
– Edad: durante la infancia y la vejez, el crecimiento de la uña es más lento que en la edad adulta.
– Estación del año: el crecimiento de las uñas es más rápido en épocas de calor.
– Hora del día: durante el día la velocidad de crecimiento es más rápida que durante la noche.
– Sexo: crecen más rápido en el sexo femenino que en el masculino.
– Mano derecha o izquierda: las uñas crecen más rápido en la mano a la que damos más uso.
– Nutrición: aquellas dietas bajas en proteínas y minerales hacen que las uñas se debiliten y se vuelvan quebradizas.
–Onicofagia: el hábito de morderse las uñas hace que, paradójicamente, crezcan más rápido, a causa de una estimulación constante.
El crecimiento de las uñas debe controlarse de forma constante para poder advertir alguna anomalía en el caso de que dejen de crecer por algún motivo ajeno a los expuestos.
Forma
La forma de las uñas es otro de los principales aspectos que debemos cuidar, siendo la forma ovalada la más recomendada. A pesar de ello, las uñas pueden adquirir múltiples formas que pueden variar en función de lo que queramos conseguir.
Existen seis tipos de limados básicos:
– Redonda
– Ovalada
– Cuadrada
– Estiletto
– Almendro
Podemos elegir entre todos estos tipos dependiendo de la forma natural de nuestras uñas y de las características de nuestras manos, con el objetivo de conseguir un conjunto estilizado y favorecedor.
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Si queremos alargar ópticamente una uña ancha, lo más recomendable es optar por una uña larga y ovalada. En cambio, si la uña es estrecha, nos decantaremos por limarlas cuadradas.
Si la uña tiene forma de espátula evitaremos limarla cuadrada, pero si es rectangular, a pesar de que admite cualquier tipo de forma, la cuadrada será la más indicada.
En cuanto a las uñas redondas, lo ideal es dejarlas más larga para que tomen una forma ovalada.
Finalmente, en el caso de que la uña sea ovalada, la forma podrá ser cualquiera.
Observación y detección de anomalías
Para asegurarnos de que nuestras uñas cuentan con el cuidado necesario y de que no sufrimos ningún tipo de patología, lo ideal es mantener cierta observación, con el objetivo de detectar, en el caso de que surgiera, alguna anomalía.
Existen seis señales de infección en las uñas: dolor, hinchazón, enrojecimiento, fiebre local, pulsación y pus. Una uña saludable es lisa, curva y sin surcos o estrías onduladas. Además, también es flexible, translúcida y de color rosado, y presenta cierto brillo natural.
Si se diera el caso de que tus uñas no cumplen estrictamente estos requisitos, no te alarmes, pero intenta consultar con tu esteticista para conseguir un diagnóstico profesional.
Aun así, ten en cuenta que ciertas irregularidades en las uñas tienen que derivarse a un médico para iniciar un tratamiento, y es recomendable no llevar a cabo ningún servicio de uñas hasta la que la condición se alivie.
Bases y tratamientos para uñas
Llevando a cabo el control del crecimiento y la forma de nuestras uñas, así como una continua observación para detectar a tiempo las posibles anomalías, el cuidado de nuestras uñas está más que garantizado, aunque no completo.
Es posible que no presentemos ninguna patología en nuestras uñas, aunque es probable que tengamos, sin saberlo, unas uñas quebradizas, débiles, deshidratadas, con desniveles o estrías. Son aspectos menos alarmantes que las patologías, pero no por ello menos importantes.
Para tratar este tipo de problemas y conseguir unas uñas sanas y naturales existen las bases y tratamientos, una serie de productos que velan por el cuidado de las uñas.
El Aceite nutriente, para nutrir y devolver la fuerza a las uñas, la Base vitaminada, para mantener unas uñas jóvenes y restaurar su flexibilidad, la Base hidratante, que hidrata, nutre y fortalece el crecimiento de las uñas, la Base de calcio, que estimula su crecimiento y la refuerza, el Blanqueador de uñas, que neutraliza el color amarillento de las uñas, y el Reparados de desniveles, que consigue cubrir las imperfecciones de la uña alisando su superficie.
Sea cual sea la necesidad, existe una solución para el cuidado de las uñas.
¡Manos a la obra!