Aromaterapia: el poder de las esencias
En el transcurso de los años, el hombre ha reconocido los diferentes olores y ha aprendido cómo utilizarlos.
Antiguamente, en diferentes culturas primitivas curaban sus enfermedades con inhalaciones de humo de la quema de plantas, naciendo así el uso del humo sagrado o mágico que conocemos como esencias.
La historia documentada del uso de aceites esenciales, como el popular aceite esencial de sándalo, se remonta al año 4500 a.C., en las civilizaciones de la China, India y Egipto.
Actualmente la aromaterapia es la encargada de poner en práctica y transmitir todos esos conocimientos, haciendo uso del poder de las esencias y empleándolo para todos aquellos aspectos relacionados con el bienestar, la belleza, la salud y la estética.
La aromaterapia tiene una amplia gama de posibilidades terapéuticas, y es que, a pesar de sus perfumes cálidos, dulces o florales, los aceites esenciales son sustancias extremadamente potentes.
Existe una cantidad ilimitada de problemas cotidianos que se pueden remediar mediante estos métodos, pero no hay que olvidar que sólo un experto con conocimientos de los aceites esenciales puede llevar a cabo este tipo de tratamientos.
Cómo actúan los aceites esenciales
Los efectos de las esencias pueden ser fisiológicos y psicológicos. Es decir, los fisiológicos actúan sobre el cuerpo, ya sea en el sistema nervioso o endocrino, o directamente en los órganos o los tejidos, mientras que los psicológicos actúan en la mente.
De esta forma, por ejemplo, en caso de trastornos digestivos, se recomienda administrar aceites esenciales mediante masaje en la zona abdominal, haciendo uso de mejorana, romero, clavo, menta, etc.
En el caso de tratarse de un aspecto nervioso, los aceites esenciales pueden actuar como estimulantes o sedantes. Es el caso del cedro, el limón y la menta, que funcionan como estimulantes, o el espliego (lavanda) y la melisa, sedantes, que se utilizan para el insomnio y los estados nerviosos. También existen aceites con propiedades anticonvulsivas.
Principales aceites esenciales
Existen numerosos aceites esenciales, aunque a continuación destacaremos las características y propiedades de algunos de los más utilizados.
Árbol del té
Las propiedades terapéuticas del aceite esencial de árbol de té son conocidas desde hace siglos. Existen muchos tipos de árbol de té con propiedades medicinales, aunque la melaleuca alternifolia es la que tiene más propiedades y mayor poder.
Ideal para tratar la mala circulación y las verrugas y los hongos. Es regenerador, desinfectante y cicatrizante, y aplicado con masaje, facilita una notable mejoría en los problemas dermatológicos como el acné.
Bergamota
Es el componente principal de la medicina tradicional italiana. Se usa para tratar gripe, resfriados, fiebre, infecciones y gargantas irritadas.
Es recomendado también para herpes e indigestión, y para tratar la ansiedad, el estrés y la depresión. También es efectivo contra el acné, el cutis graso y la psoriasis.
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Geranio
El geranio de Egipto es uno de los más prestigiosos del mundo, además de ser uno de los más reconocidos por sus propiedades hormonales.
Es analgésico, antidepresivo y cicatrizante. Aporta equilibrio, seguridad y satisfacción, y es normalizador del sistema circulatorio. Se usa para los cambios de humor excesivos, y regula, estabiliza y armoniza el sistema hormonal y endocrino de la mujer.
Además, disuelve los quistes del busto, y es hidratante, anticelulítico, adelgazante, tonificante y regenerador celular. Utilizado en el baño es ideal para el cansancio.
Lavanda
Goza de numerosas propiedades, y está considerada la esencia más versátil. Se utiliza para afecciones bronquiales y afecciones de las vías respiratorias, para dolores de cabeza, migrañas y náuseas, para fiebres eruptivas e intermitentes, para la angustia, los disgustos y los traumas, y el cansancio psíquico y nervioso.
Además, protege de las enfermedades venéreas, y es efectivo para la tensión premenstrual.
Limón
El aceite esencial de limón es uno de los más ricos en vitaminas. Sirve de antiséptico general y bactericida, es antirreumático, y reduce el colesterol en la sangre.
Se utiliza en tratamientos de varices, para el agotamiento mental o nervioso, el estrés, la irritabilidad y los miedos.
Es vigorizante, suavemente afrodisíaco y estimulante, además de rejuvenecedor cutáneo, antiacné, antiarrugas y cicatrizante.
Madera de rosa
El aceite esencial proviene de la destilación de la corteza del árbol. Equilibra el sistema nervioso, tiene efecto antiestrés y relajante, y resulta afrodisíaco.
Aporta hidratación y brillo natural a la piel, y es excelente para un baño relajante.
Mandarina
Es rico en vitamina C, calmante, relajante y confiere optimismo y bienestar. Alivia la tensión premenstrual, y se utiliza para pieles grasas, mixtas o congestionadas.
Tiene poder rejuvenecedor, hidratante y nutritivo. Aplicado con masaje, mejora la circulación linfática, y es eficaz contra la tensión nerviosa y la inquietud.
Menta
Utilizada por los antiguos chinos por sus propiedades calmantes y antiespasmódicas, se emplea en la actualidad por sus propiedades beneficiosas para oxigenar el cerebro, para el agotamiento físico, y para personas con poca vitalidad, cansadas y tristes.
Promueve la concentración y la actividad mental, y trata la frigidez y la impotencia. En masaje, es recomendado para piernas cansadas.
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