Para lucir una piel radiante y sana, son varios los factores que debemos tener en cuenta. La primera y más esencial, es una alimentación equilibrada, hidratarte mucho y evitar tanto fumar como beber alcohol en exceso. Prescinde de los alimentos que puedan provocarte reacciones alérgicas. Aplícate un elevado factor de protección solar y resguárdate de los elementos externos agresivos. La limpieza facial diaria es imprescindible, mañana y noche, y la aplicación de productos de calidad adecuados a las necesidades concretas de nuestra piel. Las rutinas de cuidado constantes se realizan en el domicilio, pero cuando hay una afección que precisa de una acción más directa, debemos recurrir al profesional de la estética.
La piel genera una serie de sustancias para mantenerse sana, como el colágeno para asegurar su tersura y firmeza. Con el paso de los años esta producción mengua y es el momento de administrarle esas sustancias que necesita y estimular al organismo para que continúe creándolas de manera natural. Ahora bien, es muy importante que estemos bien asesorados y no nos dejemos llevar por la euforia de usar productos antiaging. Si por precaución comenzamos a administrarnos una crema con muchos nutrientes, puede tener un efecto indeseado: nuestra piel, al recibirlos sin realizar esfuerzo, se vuelve “vaga” y deja de fabricarlos, ya que no necesita invertir energía en algo que ya consigue. Sin desearlo, la estamos envejeciendo prematuramente. O podemos aplicar cerca de los ojos preparados con botulina, que en principio sirven para relajar las marcas de expresión y rellenar arrugas, y provocar en cambio un antiestético efecto de bolsas y ojos hinchados.
El asesoramiento profesional es muy importante. Un técnico estético nos realizará un diagnóstico del rostro y dictaminará la edad de nuestra piel, distinguirá las necesidades específicas de diferentes zonas de nuestra cara y nos ayudará a elegir un tratamiento de cabina si hay que rehabilitarla de estragos pasados.
En la mayoría de tratamientos faciales hay un protocolo a seguir. Una retirada de restos de maquillaje o suciedad de la polución, y la aplicación de productos adecuados para el servicio. Para mejorar la calidad de la piel o tratar una dolencia hay darle aquello que precisa de manera externa, a través de sérums, cremas o los llamados biológicos.
¿Qué son los biológicos?
Los biológicos son preparados cosméticos para realizar tratamientos. Gracias a su textura, los principios activos están más concentrados. La mayoría de ellos son acuosos o con textura de gel para conseguir una mejor penetración en la piel, y de esta forma aseguramos un buen resultado.
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Presentación
Los biológicos se distribuyen en ampollas monodosis, con la idea de administrar una ampolla por sesión. Los tratamientos faciales habitualmente constan de unas 6 sesiones, por lo que las cajas de biológicos suelen contener ese número de ampollas y alguna más de refuerzo. Si está bien diseñado el envase, podrá cerrarse si sobra producto y el profesional puede ofrecerlo a su cliente para que en casa se aplique lo que quede algún día intermedio hasta la próxima sesión en cabina.
¿Cómo se aplican?
Su contenido puede ser administrado con un masaje facial, utilizando también la aparatología en caso de disponer de ella y si el biológico es ionizable (algunos, por su textura de aceite, no lo son). Otra opción es verterlo en un bol y poner dentro una gasa facial en tableta, para que ésta crezca absorbiendo el preparado biológico. Luego se sitúa la gasa sobre el rostro y se deja que impregne la piel durante unos 10 minutos.
TEN IMAGE ha desarrollado sus nuevos biológicos faciales para que los profesionales puedan realizar sus servicios con la máxima efectividad. Asimismo, pueden utilizarse con aparatología, ya que son ionizables.
¿Qué es la ionización?
Estos productos penetran mejor en la piel cuando se les aplica una forma controlada de corriente continua. La sustancia debe tener cargas, o positiva o negativa, para utilizar el polo positivo o negativo de la aparatología, y que éstos repelan los iones del preparado cosmético y se transfieran a la piel.
Podemos trabajar mediante un masaje indirecto. Se realiza con maquinaria de alta frecuencia, y consiste en facilitar al cliente un electrodo (positivo o negativo) y que lo sujete durante el masaje para la absorción del biológico. El esteticista debe mantener al menos una de las manos siempre sobre el rostro del paciente, para no romper la cadena eléctrica.
Tipos de biológicos
Aceite de rosa mosqueta 100% con un alto contenido de ácidos grasos poliinsaturados que están directamente relacionados con la síntesis del colágeno. Con su uso continuado logramos una regeneración cutánea más rápida y obtenemos una reestructuración de los tejidos dañados, alcanzando una normalización final del tejido alterado. Rico en vitamina C antioxidante.
No ionizable (por ser un aceite).
Ingredientes activos: rosa de mosqueta y vitamina C.
Rico en colágeno marino hidrolizado. Ideal para realizar una hidratación profunda de la piel, previene la aparición de arrugas, favorece la regeneración del tejido conjuntivo y retiene el agua en el interior de las células. Puede utilizarse para realizar un tratamiento flash en novias ya que nos deja la piel hidratada, tersa y relajada.
Ionizable por el polo positivo.
Ingredientes activos: colágeno marino.
Textura acuosa, aroma agradable. Biológico ultrahidratante, podríamos compararlo a un velo de colágeno. Ayuda a mejorar la hidratación de la piel y a mantenerla en perfectas condiciones.
Ionizable por el polo negativo.
Ingredientes activos: colágeno, urea, aminoácidos y ácidos orgánicos.
Calma, hidrata y protege. Adecuado para pieles reactivas que sufren con la polución y las agresiones medioambientales. Nos ayuda a proteger la piel de los daños causados por las agresiones externas (sol, viento, frío). Previene el envejecimiento cutáneo.
Ionizable primero por el polo positivo y después por el negativo.
Ingredientes activos: extractos vegetales (ginseng, manzana, melocotón, trigo, cebada) y alantoína.
Ideal para proteger pieles secas y fatigadas. Ayuda a la regeneración y activación celular. Nutre y aporta emolientes a la piel, dejándola suave y mejorando el tono.
No ionizable por ser una emulsión.
Ingredientes activos: suero de Jalea Real, vitamina B y B5.
El uso de productos de calidad de mano de un profesional cualificado, y seguir las instrucciones del experto en casa nos asegurará una rápida mejora y poder ver los resultados desde la primera sesión.