Como hemos mencionado en alguna ocasión, los labios son, junto con los ojos, el centro de atención del rostro, es decir, uno de los elementos más atractivos y en los que más fijamos la vista a la hora de observar cualquier maquillaje.
Es por ello que el maquillaje de labios se convierte en uno de los aspectos más importantes dentro del conjunto del rostro, y saber llevarlo a cabo correctamente, uno de los factores más elementales.
Pero como sabemos, no todos los labios son iguales, y tampoco mantienen la armonía general con el resto de la morfología del rostro. Por ello es indispensable realizar un estudio de su morfología y poder catalogar el tipo de labio que tenemos, con el objetivo de poder tomar las medidas necesarias para corregirlo y realizar el maquillaje de labios que mejor se amolde a sus características.
Para que puedas saber qué tipo de labios tienes y cuáles son las indicaciones más recomendadas para conseguir los mejores resultados, a continuación te mostramos las posibles opciones y algunos trucos para que tu maquillaje de labios sea esté perfecto.
¡Empezamos!
Labios equilibrados
Los labios se catalogan, al igual que ocurre con otros elementos del rostro, en base a unos parámetros que se consideran ideales o equilibrados. Son los denominados labios equilibrados, a partir de los cuales se pueden establecer las demás categorías.
Los labios equilibrados se caracterizan por su longitud o tamaño, que debe coincidir con las distancia existente entre el centro de las pupilas. Esto se comprueba midiendo, con la ayuda de un pincel, la distancia desde el centro de cada pupila hasta el extremo de las comisuras.
También es reconocible por los arcos de Cupido, es decir, las zonas más elevadas del labio superior, que deben estar situadas en el centro de las fosas nasales.
El volumen también es otro de los factores. En este caso, el volumen del labio superior y del inferior, que debe ser equivalente en ambos.
La distancia desde la base de la nariz hasta el borde del labio inferior, y desde aquí hasta la base del mentón, debe ser igual. Del mismo modo, la distancia desde el borde del labio inferior hasta la base del mentón debe ser dos veces la distancia desde la base de la nariz hasta el borde del labio superior.
Descubre tu tipología de labios
Como hemos mencionado, es en base a una serie de parámetros y las características de los labios equilibrados a partir de lo que se establecen las demás tipologías de labios.
Grosor: Por su grosor, los labios pueden resultar equilibrados, finos o gruesos.
Tamaño: Por su tamaño, los labios pueden ser equilibrados, grandes o pequeños.
Dirección: La línea de los labios puede ser ascendente, descendente u horizontal.
Asimetría: Unos labios equilibrados deben presentar cierta simetría, tanto entre los dos labios como entre los dos lados del mismo labio. En caso contrario, generalmente se procede a su corrección.
Prominente: Puede ser el labio superior, el inferior o ambos. En el caso de que sean ambos, la corrección de los dos labios prominentes, si su grosor y tamaño son equilibrados, generalmente no es necesaria.
Distancia nariz: Pueden situarse cerca de la nariz, o separada de ella.
Para poder catalogar nuestro labios dentro de estas tipologías es indispensable llevar a cabo un estudio morfológico, que se debe hacer frente a un espejo, con los labios cerrados y, generalmente, con la ayuda de un pincel como herramienta de medida.
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Maquillaje de labios según su forma
Ahora que hemos realizado un estudio morfológico de nuestros labios y podemos encasillarlos dentro de cada una de estas categorías, es el momento de saber cuál es la mejor forma de maquillarlos para disimular sus posibles imperfecciones y potenciar sus puntos fuertes.
En esta ocasión, vamos a centrar nuestra atención en algunas de las categorías más comunes.
Labios finos o gruesos
Para maquillar unos labios finos se recomienda trazar una línea de perfilador por el exterior de su borde natural, agrandando así la forma del labio. Después, esta línea se rellena y difumina, y finalmente se aplica el labial elegido.
Los colores para este tipo de labios deben ser claros y brillantes, evitando los colores oscuros.
En el caso de unos labios gruesos, por el contrario, se aconseja trazar una línea por el interior del borde natural, fundiéndola con el color de la barra para hacer un labio más proporcionado.
Los colores, en este caso, han de ser naturales, desechándose los productos con brillo, gloss o colores muy claros.
Labios grandes o pequeños
Los labios grandes precisan de ciertas correcciones, aunque los consejos están más enfocados a los colores que más los favorecen, en este caso, los tonos oscuros y mates.
Los labios pequeños, por su parte, precisan de una línea de perfilado milimetrada por fuera del borde natural, con el objetivo de agrandar su forma. En cuando a los colores, tonos claros y brillantes.
Labios ascendentes o descendentes
Para maquillar unos labios ascendentes es importante utilizar los correctores para eliminar las comisuras ascendentes. Al ser el labio inferior más largo, se empieza a utilizar el perfilador en el labio superior. El perfilado del labio inferior, por su parte, no debe llegar hasta su comisura real, sino que se debe crear una nueva comisura acorde con la del labio superior.
En el caso de labios descendentes, se utilizan los correctores con el mismo fin, y el procedimiento es el mismo, pero con el objetivo contrario. Es decir, al ser el labio superior más largo, se empieza a perfilar el labio inferior, y el perfilado del labio superior no debe llegar hasta su comisura real, sino hasta la nueva comisura que hemos creado en el labio inferior.
Ahora ya conoces algunas de las tipologías más comunes y fáciles de corregir en el maquillaje de labios. Sólo tienes que llevar a cabo el estudio morfológico de tus labios, determinar a qué categoría pertenecen y tener en cuentas estos consejos para conseguir los mejores y más sensuales resultados.
¡A qué esperas!