Cómo escoger tu paleta de sombras
Si bien es cierto que existen infinidad de sombras de ojos entre las que elegir, es importante tener en cuenta que no todos los tonos y texturas sientan por igual a todas las personas. Por ello, es imprescindible saber escoger tu paleta de sombras personalizada.
Las sombras de ojos se utilizan, generalmente, para potenciar la fuerza del ojo, dándole color y proporcionando, en algunas ocasiones, efectos ópticos de corrección del mismo.
Puesto que se trata de un cosmético ideado para realzar el atractivo de la mirada, es indispensable saber elegir los que más se adecúan a nuestras características.
Para poder hacerlo, en este artículo os brindamos todas las herramientas necesarias. Aprende cómo elegir la textura y el color de las sombras de ojos, cómo influye el color de tu pelo y el tono de tu piel, y descubre algunos consejos profesionales.
¡Comenzamos!
Estudio del tono de la piel y del color del cabello
El tono de la piel y el color del cabello son dos de los factores que influyen de forma decisiva en la elección de las sombras de ojos que más nos favorecen. En base a la relación entre ambos aspectos podemos establecer una serie de guías o recomendaciones que nos servirán a la hora de optar por una u otra sombra de ojos.
En el caso de una piel clara y un cabello rubio, los colores cálidos suaves son los más recomendados, como el rosa pastel, aunque este tipo de características también permite la combinación con colores fríos como el azul y el verde, así como sus distintas gamas cromáticas.
Si contamos con un cabello rubio pero nuestra tez es morena, la opción de los tonos cálidos intensos será la más favorecedora, pudiendo elegir entre colores como el fucsia, el naranja o el violeta, entre otros.
Cuando el cabello es moreno y el tono de la piel es claro, los colores cálidos y fríos intensos, en combinación, son ideales para dar vitalidad al rostro, como el rojo o el verde.
Si, por el contrario, tenemos una piel morena y un cabello también moreno, generalmente, los colores cálidos como el marrón, el cobre y el oro son los más recomendados, combinados con tonos fuertes como el granate, el verde esmeralda, el amarillo, el violeta o el azul turquesa intenso.
También se pueden mezclar con negro ébano, para conseguir ese tono ahumado que aporta misterio e intensidad a la mirada y destaca tanto en un rostro moreno.
En el caso de cabellos pelirrojos y piel clara, los colores intensos y fríos, como el verde, o colores neutros, como el gris, son la mejor opción.
Estudio de las características de los ojos
La elección de las sombras de ojos adecuadas, como hemos mencionado, depende de diversos factores, entre los que se encuentran los ojos y sus características, ya sea su color, su forma o su tamaño.
Color
La relación del color de los ojos y el color de la sombra parte de la complementariedad de los colores, es decir, a la hora de optar por uno u otro tono, elegiremos siempre el color complementario al de los ojos, pues es el que lo hará destacar.
En el caso de unos ojos azules, una sombra de color naranja será la que más los resaltará, pues es el complementario del azul.
Es importante recordar que podemos variar la intensidad de este color y optar por cualquier otro tono de su gama, en este caso, salmón, amarillo anaranjado, etcétera.
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Los ojos verdes también podrían destacar con su color complementario, el rojo, pero se trata de un color demasiado agresivo. Por ello, en su lugar se aplican otros tonos de la gama, como los marrones rojizos, terracotas, etc., aunque también les favorecen los tonos ciruela, naranja o violeta.
Los ojos marrones, por su parte, admiten una mayor variedad de tonos, aunque resultan más armoniosos con colores cálidos. Y es que es muy importante saber optar por un color frío o cálido en función de las características personales.
Aun así, generalmente no se aplica un único color de sombra de ojos, sino que se funden más de un tono y, a veces, también se opta por hacer degradados de color, trabajando con el mismo tono o con otros semejantes.
Forma y tamaño
En cuanto a la forma y al tamaño del ojo, al igual que ocurre con el rostro, los tonos claros son los ideales para proporcionar volumen, mientras que los oscuros conseguirán profundizar y disminuir el volumen.
Los efectos que producen los colores claros y los oscuros hay que tenerlos en cuenta a la hora de realizar correcciones en la forma del ojo mediante efectos ópticos, pues de ello dependerá que consigamos los mejores resultados.
Por ejemplo, unos ojos pequeños destacarán más si se aplican tonos claros, que crean volumen, mientras que en unos ojos globulosos habrá que aplicar tonos oscuros en el párpado móvil para reducirlo.
Tendencia, estilismo y vestuario
Y por último, la tendencia del momento, el estilismo y el vestuario de cada ocasión, tres elementos indispensables a la hora de escoger una paleta de sombras.
El color de las sombras de ojos que elijamos para nuestro look debe ir en armonía con el resto del estilismo y el vestuario, pues se trata de crear un conjunto coherente que haga que nuestra imagen se convierta en el centro de atención de todas las miradas.
Además, todo ello debe ir acorde con la tendencia marcada para el momento, aunque, generalmente, tanto maquillaje como moda coinciden en las propuestas para cada temporada.
Actualmente, la tendencia para primavera-verano se decanta por unos ojos de tonos luminosos y neutros, en una paleta de colores bronces y rosas diluidos.
Sombras de textura en crema para aportar un acabado más jugoso al párpado y que, además, son de larga duración y acabado waterproof, con tonos con los que evocar en la mirada el sedoso pelaje animal y la textura de los campos besados por la luz.
Tonos tierra, marrones y rosáceos, de gran cobertura e intensidad, que harán tus ojos brillar.
