La exposición solar de forma prolongada, el cloro y el salitre, el viento y muchos otros factores perjudican nuestra piel, deshidratándola y debilitándola. Es por esa razón que en la temporada estival, nuestra piel necesita ser mimada igual o más que en otras temporadas del año.
¿Quieres saber las rutinas para reparar la piel y que luzca bien bonita y sana en verano? ¡Sigue leyendo!
1. Bebe mucha agua para la piel
Antes, durante y después. Beber mucha agua no solo nos mantiene hidratados, sino que también reduce la aparición de manchas y la descamación de la piel, preservando su elasticidad, suavidad, resistencia y color.
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2. Ingiere los alimentos adecuados
La alimentación es un factor muy importante para la salud de la piel. Alimentos ricos en omega 3 como el salmón, ayudan a reparar la piel dañada e inflamada por los radicales libres que genera el sol. Alimentos con beta-carotenos como las zanahorias, los tomates o la calabaza nos ayudan a reparar los tejidos celulares y a reducir el impacto negativo del sol en nuestra piel. Y además, ayudan a prolongar el bronceado.
3. Dúchate con agua fría
El agua fría tonifica y revitaliza la piel y ayuda a que el bronceado dure más. Además, ducharse con agua muy caliente puede suponer una agresión para la piel.
4. Utiliza jabones con pH neutro
En verano las duchas se multiplican. Ten en cuenta que el jabón puede destruir la capa lipídica de la piel y dejarla sin protección. No es aconsejable ducharse con jabón más de una vez al día, pero en el caso que quieras hacerlo sí o sí, hazte con un jabón con pH neutro que no altere la función de los microorganismos que actúan de barrera contra las agresiones exteriores.
5. Quítate el cloro/salitre
Eliminar los restos de salitre y cloro después de bañarse en la playa o la piscina evita que la piel no se reseque más de la cuenta. Acostúmbrate a pasar por la ducha de la playa o del recinto de la piscina cada vez que te bañes y vuelve a aplicar crema solar de nuevo.
6. Proteger la piel del sol de forma diaria
Aplicar protector solar antes de salir de casa debe convertirse en una rutina diaria. Ya sea de camino al trabajo, haciendo running o sentadx en una terraza tomando algo, nuestra piel está expuesta a los rayos solares y, aunque a veces nos parezca que no, afectan de la misma manera que cuando estás en la playa y/o en la piscina. Elige una crema de protección solar con una fórmula ligera y cómoda, con un factor de protección de al menos 30 FPS. Y si te pones a tomar el sol directamente, reaplica tu crema protectora cada 2-3 horas y evita exponerte durante las horas centrales del día.
7. La exfoliación es la clave
En verano más que nunca, la piel necesita eliminar todos los residuos que se acumulan, así como oxigenar los poros. Exfoliar permite retirar las células muertas que van acumulándose en la piel. Además, si la exfoliación se realiza de forma adecuada, el bronceado se conserva por mucho más tiempo, la piel brilla más y el tono es más uniforme. Te contamos qué productos utilizar para la exfoliación perfecta.
8. Hidrata al máximo la piel
La hidratación de la piel es vital en todas las épocas del año, pero en verano lo es aún más. Los expertos de TEN IMAGE aconsejan optar por cosméticos que te ofrezcan una hidratación al instante pero que perdure y trabaje de manera progresiva en la piel. Los aceites biológicos por ejemplo, son preparados cosméticos con una alta concentración de principios activos que penetran directamente en la piel, por lo que se mantiene hidratada durante un tiempo prolongado.
Tratamientos recomendados para obtener una piel sana y un bronceado uniforme en verano:
Velo hidratante
Tratamiento ideal para estimular los mecanismos de hidratación propios de la piel. Provoca que los flujos hídricos fortalezcan la función de barrera superficial cutánea, evitando la deshidratación dérmica. Indicado para recuperar la hidratación perdida a causa de la exposición solar, el contacto con el cloro y el salitre, entre otros.
Purificante rejuvenecedor
Un tratamiento indicado para preparar la piel para la temporada estival. Ayuda a obtener un mejor broceado, respetando la hidratación de la piel que se pierde por la exposición solar. Ayuda a drenar y purificar la piel, eliminando el exceso hídrico y la grasa del cutis, oxigenándo la piel y activando la circulación.
¿Y tú? ¿Qué rutinas empleas para reparar la piel en verano? 😉