Siempre nos han explicado que hacer ejercicio es básico para ayudar a sentirnos mejor, eliminar el estrés, subir la autoestima, acelerar el metabolismo, mejorar la vida sexual y sobre todo, aumentar la calidad de vida. De la misma manera que trabajamos nuestro cuerpo saliendo a correr, yendo al gimnasio, haciendo clases dirigidas… a nuestro rostro también hay que darle un cuidado especial. Aparte de la utilización de tónicos, geles limpiadores, cremas hidratantes y mascarillas, tienes que saber que puedes ejercitar tu rostro a través de la gimnasia facial o yoga facial y que los beneficios que aporta son… ¡asombrosos!
El yoga facial es una variación del tradicional yoga que consiste en una serie de ejercicios en el rostro que ayudan a fortalecer los músculos del mismo.
Cuando pasan los años, el rostro acaba delatando la edad que tenemos, así como los distintos estados de ánimo. También es una de las partes del cuerpo donde más tensión acumulamos por culpa de la falta de sueño, la mala alimentación o el estrés. El yoga facial ayuda a aliviar tensiones además de reducir y prevenir las líneas de expresión. Asimismo, también sirve para fortalecer los músculos del rostro y del cuello, evitando de esta manera la flacidez de la dermis. A través de esta práctica activarás la circulación y con ello devolverás la elasticidad a la piel, además de tonificarla.
Para cuidar tu rostro de la mejor manera, tan sólo necesitas diez minutos de tu tiempo. Puedes hacerlo cuando y donde desees: antes de ir a trabajar, al levantarte, al irte a dormir, en la misma oficina, en el gimnasio… ¡Anímate a probarlo!
¡Practica yoga facial!
Te damos las claves para que aprendas a realizar gimnasia facial en las distintas zonas del rostro: frente, labios, papada, mejillas y los párpados.
Papada
Cierra la boca, coloca la lengua en el paladar superior y flexiona la cabeza intentando tocar la barbilla con el pecho. Repite este movimiento diez veces. Sobre todo, intenta hacer esta acción con la espalda recta y los hombros bajados, sino no será efectiva. También puedes optar por colocar la cabeza hacia atrás, como si miraras hacia el techo y hacer como si dijeras “ohh”, notarás como tus músculos del cuello y barbilla se endurecen. Hazlo durante seis segundos, regresa a la posición inicial y repítelo unas diez veces.
Frente
Para ejercitar tu frente, puedes hacerlo a través de distintos ejercicios. El primero de ellos consiste en colocar los dedos de ambas manos en la frente, juntando las puntas de los dedos. Luego presiona hacia arriba para que se tensen los músculos. Mantén esa tensión durante cinco-diez segundos y repítelo cinco veces. El segundo, es poner el dedo índice y el medio de ambas manos entre las cejas y apretar hacia abajo unos diez segundos. Repite el ejercicio cinco veces.
Labios
Coge los dedos índices y colócalos en la comisura de los labios, estira hacia afuera como si fueras a sonreír pero manteniendo la boca cerrada. Aguanta en esta posición durante diez segundos. Alterna este movimiento poniendo tus labios como si hicieras una “u”, pero haciendo fuerza. Mantén esa posición durante cinco segundos.
Parpados
Coloca el dedo índice de ambas manos en las cejas y, los pulgares, en el contorno de ojos creando la forma de unas gafas. Tensa la piel de arriba y abajo y nota la tensión que se crea en tus ojos. Ah y… ¡recuerda parpadear! No queremos que te lloren los ojos.
Si lo que quieres es ejercitar las famosas patas de gallo, coloca los dedos justo al lado de la sien y estira hacia atrás suavemente. Abre y cierra la boca notando como los músculos de la sien se están tensando. Hazlo durante cinco segundos y luego relaja el rostro. Repítelo unas cinco veces.
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Mejillas
Coloca los dedos índice, mayor y anular en las mejillas, más o menos al lado de la comisura de los labios. Presiona hacia arriba, notando como tus mejillas se suben. Mantén esta posición durante cinco segundos y repítelo unas cinco veces. Otro ejercicio sería coger aire hinchando las mejillas, aguantando un par de segundos y luego soltar el aire suavemente. Hazlo unas 3 o 4 veces, notarás como se relaja todo el rostro.
Se aconseja que la primera vez que se realice yoga facial sea delante de un espejo para tomar consciencia de cada uno de los movimientos que hagas y de la zona del rostro que se ejercita. Al principio puedes tardar más de diez minutos para hacer cada uno de los ejercicios, pero con el tiempo, adquirirás soltura y los harás en menos tiempo.
Recuerda que aparte de practicar gimnasia facial, tu piel necesita productos de alta calidad que se adapten a tu piel y a las necesidades de la misma. Te dejamos con los consejos básicos para que tu dermis luzca sana en todo momento:
Limpia tu piel
Utiliza el Gel crema desmaquillante o el Agua micelar para desmaquillar tu rostro cada día y limpiarlo en profundidad.
Aplica crema hidratante cada día
Con el paso del tiempo, la piel se vuelve más frágil y menos elástica. Para disimular los signos de la edad y lucir un aspecto más joven y saludable es imprescindible la utilización de cremas que mantengan su tersura, la hidraten y protejan. Según el tipo de piel que tengas, escogerás una crema u otra.
Realiza una mascarilla una vez por semana
Utiliza la Mascarilla equilibrante de arcilla y frutas para devolver a tu rostro toda la hidratación y vitalidad que tanto te hace relucir. Se recomienda a todo tipo de pieles, sobre todo a aquellas que sufren problemas de deshidratación y sequedad.
¡Hazte un peeling facial!
Una vez por semana, hazte un peeling y elimina todas las células muertas de tu piel. Aplica un poco de Peeling facial regenerador en tus dedos y realiza movimientos circulares por todo el rostro. Si tienes la piel muy sensible ve humedeciendo los dedos en agua y así no es tan agresivo.
